terça-feira, 23 de novembro de 2010

CARDENAL JUAN BONA , EL SACRIFICIO DE LA MISA : En primer lugar hago, de un modo general, algunas consideraciones preliminares sobre este sacrificio, su valor y sus frutos. En segundo lugar trato de aquellas cosas que son necesarias al sacerdote para la recta y piadosa celebración de la santa Misa. En tercer lugar trato de los actos inmediatamente anteriores a la celebración de la Misa y de su preparación próxima. En cuarto lugar, de la celebración en sí misma. Finalmente, de aquello que ha de hacerse una vez terminada la Misa.

http://monsignorepuenteochoa.files.wordpress.com/2010/03/santo-sacrificio-de-la-misa-2.jpg?w=320&h=508

ADVERTENCIA

Muy poco te entretendré en este vestíbulo, sacerdote quienquiera que seas que te dignas meditar este mi tratado, para darte a conocer mi propósito al publicarlo, su finalidad y manera de aprovecharlo. Ya desde que fui ordenado sacerdote empecé a sopesar lo arduo que es desempeñar rectamente el ministerio recibido e inmolar a diario por mis pecados y los ajenos al mismo Dios en el incruento sacrificio. Inducido, pues, por los estímulos de mi conciencia, repasando los escritos de los Santos Padres y de casi todos los autores más recientes que han publicado algo sobre el modo de celebrar santamente la Misa, de ellos recogí muchos documentos, los reuní y, añadiendo alguna cosa de mi cosecha, compuse este opúsculo que, a instancias de mis amigos, publico ahora después de muchos años. En primer lugar hago, de un modo general, algunas consideraciones preliminares sobre este sacrificio, su valor y sus frutos. En segundo lugar trato de aquellas cosas que son necesarias al sacerdote para la recta y piadosa celebración de la santa Misa. En tercer lugar trato de los actos inmediatamente anteriores a la celebración de la Misa y de su preparación próxima. En cuarto lugar, de la celebración en sí misma. Finalmente, de aquello que ha de hacerse una vez terminada la Misa.
            Para mí y para los que como yo aún permanecen en el umbral de la perfección, inserté algunas oraciones y ejercicios que, si se rezan con frecuencia, fácilmente podrán preservar de las distracciones y encender en el amor de Dios. A otros, sin embargo, que se encuentran en un grado más alto, la unción del Espíritu Santo les enseñará más sublimes ejercicios.
            Ahora bien, estos ejercicios no se han escrito con el fin de que  cada día los recite el sacerdote que va a celebrar, sino que se recomienda leer algunas veces el librito, hasta tanto que las ideas en ellos expresadas sean perfectamente captadas y con ellas la voluntad se imbuya en piadosos afectos; entonces cada uno puede escoger aquellos con que más se sienta impresionado; y cuantas veces vaya a celebrar, puede de ésos tomar según su arbitrio y devoción.
            Su abundancia y extensión espantará a algunos; pero ello es debido a su inexperiencia, pues ellos mismos, una vez formados con el ejercicio y la práctica, llegarán a convencerse de que es facilísimo y de muy poco trabajo lo que antes creyeron difícil y laborioso. La mente camina con mayor rapidez que la lengua, y lo que no puede explicarse sino por un largo discurso, se concibe con un único acto de la mente.
            ...Mucho enseña la experiencia, con la ayuda de Dios, y pido insistencia, sobre todo para mí, "ne forte cum aliis praedicaverim, ipse reprobus efficiar", no sea que habiendo predicado a los otros venga yo a ser reprobado. Que la gracia del Señor se vuelque con largueza sobre mí y sobre los que quieran utilizar mi trabajo.

ADVERTENCIA        
CAPITULO I     
CUESTIONES PRELIMINARES SOBRE EL MISMO SACRIFICIO DE LA MISA      
I. Qué clase de sacrificio es la Misa.     
II. De los que ofrecen este sacrificio.     
III. Eficacia del sacrificio de la Misa.    
IV. Del valor y frutos del sacrificio.     
V. Qué método ha de observarse en la aplicación de la Misa.
CAPITULO II    
DE LOS REQUISITOS NECESARIOS EN EL SACERDOTE PARA LA RECTA Y PIADOSA CELEBRACION DEL SACRIFICIO      
I. Pureza de vida.       
II. Rectitud de intención.     
III. Devoción actual.   
CAPITULO III   
VARIAS CONSIDERACIONES PARA ANTES DE LA MISA
I. Dignidad y santidad del sacerdote. 
II. Excelencia de este sacrificio.   
III. Necesidad del sacrificio.        
IV. Con qué reverencia debe celebrarse.       
V. Otras consideraciones para inflamar la piedad del celebrante.  
CAPITULO IV  
DE LO QUE PRECEDE PRÓXIMAMENTE A LA CELEBRACION DE LA MISA    
I. De la necesidad de la preparación.   
II. De la previa confesión sacramental.
III. El modo de confesarse. 
IV. Oración antes de la confesión y el acto de contrición.        
V. Oración después de la confesión.     
VI. Declaración de la intención antes de la Misa.  
VII. Súplica por las necesidades de todos.    
VIII. Oración para ofrecer a Dios la santa Misa y sacrificio de adoración.        
IX. Oración para ofrecer a Dios la santa Misa, sacrificio eucarístico o de acción de gracias.     
X. Oración para ofrecer a Dios la santa Misa, sacrificio propiciatorio.     
XI. Oración para ofrecer a Dios la santa Misa, sacrificio impetratorio.    
XII. Actos de las diversas virtudes que se pueden ejercitar antes de la Santa Misa.  
XII. De la última parte de la Misa hasta el fin.      
XIII. Recuerdo de la Sagrada Pasión antes de la Misa.  
XIV. Oración al Padre antes de la Misa.       
XIX. Oración a los santos ángeles.        
XV. Oración a Nuestro Señor Jesucristo antes de la Misa.       
XVI. Segunda oración a Nuestro Señor Jesucristo.
XVII. Oración al Espíritu Santo   
XVIII. Oración a la Santísima Virgen   
XX. Invocación a los santos
http://www.dudasytextos.com/actuales/juan_bona.htm