segunda-feira, 28 de outubro de 2013

JESUS :Nada estimes fuera de Mí. Fuera de Mí hay placeres aparentes, pero sólo en Mí hay felicidad.

El y Yo, Diario de Gabriela Bossis

6 de enero ole 1944. Iglesia de Fresne. "Piensa, hija, en el gozo que tuvieron los reyes de la

Epifanía. El que Me encuentra, encuentrá los gozos más grandes que son posibles sobre la Tierra

pero es preciso buscarme, no solamente una vez o dos, sino de manera continua; porque vuestra

flaqueza Me pierde continuamente de vista por las distracciones de la vida diaria. Los ojos que Me

miraban se ponen a mirar hacia otra parte y su atención se desperdicia por aquí y por allá.

Entonces Yo Me retiro y es pre-ciso que os pongáis de nuevo a buscarme. Ben-dita búsqueda, ya

que es seguro que Me volve-réis a encontrar. ¡Si pudiérais vosotros conser-varme como Yo os

conservo en Mí! Pues no os dejo ni un instante. Tú sabes que eres Mi hija muy querida, no

obstante tus miserias: ¿es

de-masiado pedir, entonces, si espero de ti la inti-midad de todos los momentos de tu día? ¿Que

Me lo des todo, sin retornos sobre ti misma? ¿Que te instales en Mi Corazón, sin distancia alguna

entre el Mío y el tuyo, para darme gusto y consuelo? ¿Es mucho si te pido que olvides la cosas de

este mundo para vivir por anticipado de las alegrias del outro? ¿Me excedo acaso sí te pido que

estes más adentro en la compañía de los santos y de los ángeles? Tienes que empe-zar ya a

balbucear el lenguaje del Cielo, donde se canta eternamente con Amor ‘Gloria, Honor y Bendición

a nuestro Dios tres veces Santo'. La

Vida del Cielo es una constante variación sobre este tema. Piensa en Ella, pues al final es lo úni-co

que importa. Soy Yo Quien te habla. Si supieras cuán grande es Mi Deseo de daros el Cielo, para lo

cual lo sufrí todo, te harías santa nada más para apagar la Sed de esste Deseo. Yo, por mi parte,

asisto a todos tus movimientos interiores como un avaro que asiste a una parti-da en la cual

puede salir ganando. Y si tu alma se vuelve hacia Mí espontáneamente, con dulzu-ra y por sus

motivos, no ha habido nunca un Conquistador tan orgulloso de sus victorias como lo estoy Yo de

haber ganado una batalla. Tú eres el premio de Mis Sudores en Gethsenma-ní; eres para Mí como

la respuesta; y el Padre te mira.


  13 de enero. Iglesia de Fresne. Yo decia: "¡Oh, Verdad' Te adoro." Me dijo: "Sí, Yo Soy la

Verdad. El pecado es mentira, error y tiniebla. Toda virtud es verdad, como lo es el deseo del Bien

y el trabajo por la Justicia. Más tarde verás que sólo la Verdad importa, por lo mismo que sólo Dios

importa. Nada estimes fuera de Mí. Fuera de Mí hay placeres aparentes, pero sólo en Mí hay

felicidad. Al crear al hombre puse en el fondo de su ser el sentido de la verdad, pues lo hice a Mi

imagen y semejanza. Cuando peca contra su conciencia, deja Mi semejanza y se hace ignominioso;

pero el alma que se esfuerza y con sacrificios tiende a acercarse a Mí, perfecciona su semejanza

conmigo. Algunas hay que de tal manera supieron copiar, rasgo a rasgo, el Rostro de Cristo, que

aparecieron en el Cielo como si fueran Cristo mismo. ¡La gloria que llevan consigo! Porque cada

uno de vuestros actos tiene su resonancia en el Cielo o en el Infierno. Grandes verdades son éstas

que has de meditar sobre Mi Corazón. Manténte bajo Mi Mirada, querida hija. Te voy siguiendo,

porque te amo,"

  20 de enero de 1944. Iglesia de Fresne. "¿Te fijaste en lo contento que se puso aquel

perrito cuando, tú lo acariciabas? ¿Y te escandalizarás si te digo que Mi Alegría es comparable a la

suya? El consuelo en la hora de Mi Agonía. Lo comprenderías si supieras a cuánto llega la

indiferencia del mundo, casi de todo el mundo; pues son realmente pocos Mis amigos íntimos.

Entonces es como una gran riqueza para Mí cuando alguno de ellos viene a hacerme compañía en

esta hora de amargura. No temas ser demasiado tierna conmigo, ni temas hablarle mucho a tu

Bienamado. Quéjate de ti misma y dime: '¿Cuándo me curarás, Amigo mío, de esto y de aquello?'

Porque hay en ti tantas cosas que son indignas de Mí. Hazte pequeña pensando en esto y esconde

todas esas fealdades en Mi Corazón, que es para vuestras almas como un Hospital en que se

curan.

"¿La consigna para este año? 'Espera en Mí', Yo Soy infinito, Soy el Amor y nunca se Me

 
 
 
acaban los recursos para ayudarte. Piérdete pues en Mí. Déjame la direción de tu vida: como un

ninito ciego que saltara contento y seguro llevado de la mano. Eres Mía, ensancha tu corazón en la

paz y sé feliz puesto que eres Mía. Guarda tu mirada para responder a la Mía. Que ninguna

ocupación te ocupe realmente por entero, fuera del cuidado por las almas y por el advenimiento

de Mi Reino." Yo: "Señor, ¿cómo podría yo hacer que las almas vinieran todas a Ti como un vuelo

de palomas?" El: "Ora, habla de Mí. No admitas ninguna falsa vergüenza de poner Mi Nombre en








tus conversaciones. De Mi Nombre, cuando se pronuncia, llueven las Gracias y tú ya lo sabes. ¡Qué



pocas son las veces en que el Nombre de Dios figura en las conversaciones humanas de todo un

día! Y sin embargo, todos se mueven en Mí y Yo los he salvado a todos. ¿No sería lo más natural

que todos pensaran en Mí? Pero es de otro modo; entonces, tú, Mi pequeña, repara. Cuando tú

eras niña y alguien había lastimado a tu buena Jenny, que bien sabías cómo consolarla! Y YO soy
 

más que Jenny. Qué, ¿no habrá en tu intimidad más escondida un lenguaje desconocido para los

otros y reservado a Mí? Lenguaje en el cual las palabras no son necesarias. Simples dulzuras,

amores, agradecimientos, impulsos, impacien-cias de finalmente encontrarme. Sumisiones, deseos

de Mi Gloria, júbilos por Mi Felicidad en el Seno de Mi Padre. Olvídalo todo para no pensar sino en

Mí. ¿Cómo podrías agitarte por outra cosa, por otra persona? Yo Soy El que Es. Sé Mía."



 27 de enero de 1944. En mi aposento: "Señor, escucho” El: "¿Te habrías atrevido a pensar

en la Muerte de un Dios y en una Muerte como la que Yo tuve? ¿La Muerte de un Dios que muere

por Su creatura? Tampoco es posible que concibas jamás la Ternura refinada, preciosa y sin

medida de Mi Amor. ¡Hija! Si los santos pudieran hablarte, ¡qué prisa tendrías tú de beber con

ellos en los torrentes del Amor divino! Consagra los últimos días de tu vida a preparar tu entrada al

Mundo celestial. ¿Recuerdas tus dieciocho años y tu entrada en el mundo terrestre de la

sociedad? ¡Con qué cuidado se preparaba todo! Pero, ¿cuánto valía todo eso en comparación con

tu entrada en el Cielo? Concédele, pues, una atención de todos los instantes. Cuida bien de tu

presentación, nunca estarás demasiado bella. Pide prestados a todos los que te aman sus mejores

diamantes: Mis Méritos y los de Mi Santísima Madre, para cubrir tus harapos. Te formarán para tu

entrada como un manto regio, como para que en el Cielo se diga: '¿Quién es ésta que camina del

Brazo de su Bien Amado? No estés sola: no hay sobre la Tierra quien te esté más cercano que Yo.

¡Gran pensamiento éste de que te estoy Presente! Se suele hablar de la Presencia de Dios. Tú,

piensa en la Presencia de tu gran Amigo, del Unico, del incompara-ble, de la Visión de mañana. La

Presencia del Amor eterno en ti, en torno tuyo. Vives como sumergida en Mí, de día y de noche.

¿No te es inmensamente dulce pensar que estás sumergida, no en la indiferencia, sino en el

Amor? Abre tu corazón cuan grande es. Engrandece tu Esperanza y muéstrame tu alegría."


27 de enero de 1944. En mi aposento: "Se-ñor, escucho” El: "¿Te habrías atrevido a pensar

en la Muerte de un Dios y en una Muerte como la que Yo tuve? ¿La Muerte de un Dios que muere

por Su creatura? Tampoco es posible que conci-bas jamás la Ternura refinada, preciosa y sin

medi-da de Mi Amor. ¡Hija! Si los santos pudieran hablarte, ¡qué prisa tendrías tú de beber con

ellos en los torrentes del Amor divino! Consagra los últimos días de tu vida a preparar tu entrada al

Mundo celestial. ¿Recuerdas tus dieciocho años y tu entrada en el mundo terrestre de la

sociedad? ¡Con qué cuidado se preparaba todo! Pero, ¿cuánto valía todo eso en comparación con

tu entrada en el Cielo? Concédele, pues, una atención de todos los instantes. Cuida bien de tu

presentación, nunca estarás demasiado bella. Pide prestados a todos los que te aman sus mejores

diamantes: Mis Méritos y los de Mi Santísima Madre, para cubrir tus harapos. Te formarán para tu

entrada como un manto regio, como para que en el Cielo se diga: '¿Quién es ésta que camina del

Brazo de su Bien Amado? No estés sola: no hay sobre la Tierra quien te esté más cercano que Yo.

¡Gran pensamiento éste de que te estoy Presente! Se suele hablar de la Presencia de Dios. Tú,

piensa en la Presencia de tu gran Amigo, del Unico, del incompara-ble, de la Visión de mañana. La

Presencia del Amor eterno en ti, en torno tuyo. Vives como sumergida en Mí, de día y de noche.

¿No te es inmensamente dulce pensar que estás sumergi-da, no en la indiferencia, sino en el

Amor? Abre tu corazón cuan grande es. Engrandece tu Espe-ranza y muéstrame tu alegría."

 
27 de enero, iglesia de Fresne. Yo: "Se-ñor, aquí estoy, delante de Ti, preparada para

escucharte." El: "Mis Palabras no pueden tomar otra coloración que no sea la del Amor. Parece

que repito, pero el Amor es siempre nuevo. Ese Amor de Dios, del cual viviréis por toda la

Eter-nidad. Es imposible que te imagines la Fuerza, la Dulzura, el Encanto y la Penetración de ese

Amor, porque no puedes imaginarte, tú finita, al Infinito. En Mi Pasión puedes ver los extre-mos de

ese Amor, cuyos frutos exceden cuanto vosotros pudiérais esperar. ¿Habrías tú sido capaz de

pensar en que un Dios muriera por Su creatura y con una Muerte como la Mía?"

1354. 3 de febrero. Iglesia de Fresne. "¿Crees realmente a fondo, hija, todo lo que Me dices?

Húndete más y más en la Fe. Vive con más intensidad. Háblame como si Me vieras, pues bien

sabes que estoy contigo. Dondequiera que te encuentres, encuéntrame. Amame como a un Ser vivo, pues Lo estoy, en Mi Cuerpo glorificado y honrame en este Cuerpo que fue martirizado y

muerto por tus pecados. Cuidalo. Repósalo. Guárdalo contigo, de dia y de noche. Se arrastró por

la tierra como un gusano y perdió Su Belleza por vosotros. ¡Si Lo hubieras visto en el

descendimiento de la Cruz, Mis Miembros deformes sobre el regazo de Mi Madre!

"Aquél no era ya Mi Rostro, la Mirada estaba extinta. Yo vivi al parejo de vosotros Mi última Hora.

Une pues, ya desde ahora, tu muerte á la Mía; estemos siempre juntos, pero de modo especial en

la última hora. Como los miembros de una familia, que en el momento del peligro se echan unos

en brazos de los otros. Y tú te apretarás conmigo cuando sientas que se acerca tu fin. Entonces

tendrás el impulso perfecto; te desprenderás de todo lo que te rodea y te apoyarás

amorosamente en Mi Corazón. ¡Qué corta es, hija Mía, tu vida terrestre! Todo se queda a medio

camino. ¿Sientes que tu morada está más Allá? No hay para qué retrasarse aquí abajo. Mañana

será la otra vida. ¿No tienes ya muchas ganas de verme y de conocerme mejor? Este deseo,

pídemelo; Yo puedo darte todo lo que te falta. En realidad, pides poco. No temas cansarme, ni ser

importuna conmigo; eres Mi hija y, nada de ti puede fatigarme. Recuerda a aquella madre

jovencita que decía: `Cuando tengo a mi hijo entre los brazos, me olvido del mundo'. Y sin

embargo, su amor de madre no es nada comparado con el Mío. Porque su amor, Yo lo doy y el

Amor que Yo os tengo, (nadie Me lo da) es el Amor de un Dios. Es la divina Locura. Así pues, no

temas. Pide. Desea y agradece al Amor. Llámate a ti misma 'pequeña hija de Dios' y esto te dará un

sentimiento nuevo."


El y Yo Diario de Gabriela Bossis

www.jesussalvamifamilia.org

Dios tiene el poder para salvar tu matrimonio

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