quarta-feira, 27 de abril de 2016

Entréguense al Corazón Inmaculado de la Santísima Madre.


Mi Casto y Amante Corazón intercede por cada uno de ustedes.

El Señor me envía a guiar a su Resto Fiel. Así, como protegí los Dos Tesoros de Dios, Jesús y María, ahora vengo a proteger a la Casa de Dios, su Iglesia Fiel, de los Herodes que intentan transgredir esta Casa, alterar sus Leyes, y desviar su Corazón de Dios y ponerlo en el mundo.

Hijos Míos, amen mucho al Señor. Entréguense al Corazón Inmaculado de la Santísima Madre. Junto a Ella aprenderán a ser esclavos de su Divina Voluntad.  Así, lo aprendí Yo, José, imitando el ejemplo de la Santísima Madre, le dije al Señor: “Aquí está tu Esclavo, a quien has escogido por Esposo Virginal de tu Dulce Esclava”.

Hijos Míos, en esta Casa, que es la Iglesia, sean esclavos de amor de Jesús por María. Y que abriendo sus corazones, el Espíritu Santo grabe en ellos la Ley y el Evangelio.


Hijos Míos, no distraigan sus corazones de lo único importante: servir al Señor. Yo les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.